El Placer y el Apego: cómo las adicciones refuerzan el sufrimiento

El placer, cuando se busca como un fin en sí mismo o se convierte en un objeto de apego, puede generar sufrimiento porque está condicionado a su duración efímera y a la insatisfacción inherente de querer más o temer perderlo. Esta idea tiene una profunda relevancia en el contexto de las adicciones.

En el consumo de sustancias o conductas adictivas, el placer no actúa como una verdadera solución, sino como un alivio temporal del sufrimiento subyacente. Ese alivio efímero puede parecer liberador al principio, pero al vincularnos emocionalmente al placer que proporciona, se perpetúa un ciclo de apego y sufrimiento.

Las adicciones surgen no solo por el placer en sí, sino porque este placer funciona como un anestésico frente a heridas emocionales, estrés o vacío existencial. Sin embargo, el placer es por naturaleza transitorio y, tras su desaparición, deja una sensación de insatisfacción, culpa o mayor sufrimiento. Esto refuerza la necesidad de repetir el consumo, atrapando a la persona en un ciclo que se vuelve cada vez más difícil de romper.

La verdadera liberación implica tres aspectos clave:

1. Identificar el sufrimiento subyacente: Esto implica explorar las heridas emocionales o necesidades insatisfechas que la persona busca aliviar a través del consumo.

2. Reconocer la naturaleza efímera del placer: Comprender que el consumo no llenará el vacío interior, sino que intensifica la sensación de insatisfacción.

3. Desarrollar una conexión interna estable: Construir una relación profunda consigo mismo que permita satisfacer las necesidades emocionales y espirituales de manera consciente, sin recurrir al consumo.

Estas ideas están alineadas con mi metodología Libertad 3D, que aborda las adicciones desde tres dimensiones fundamentales: Estabilización, Reestructuración Psicológica y Expansión de Conciencia. Cada dimensión permite trabajar distintos aspectos del bienestar físico, emocional y espiritual de la persona, ayudándola a reconectar con su esencia y a trascender el apego al consumo como fuente ilusoria de alivio.

La clave está en entender que el placer en sí mismo no es el problema, sino el apego que desarrollamos hacia él. Al soltar ese apego, podemos transformar el sufrimiento en una oportunidad de crecimiento y redescubrimiento personal.

Si este enfoque te invita a reflexionar o te resuena de alguna manera, te invito a seguir explorándolo. Quizás encuentres en este camino una oportunidad para mirar más profundamente hacia dentro y dar los pasos necesarios hacia una vida más plena y consciente.

Autor

Psicólogo Alvaro Péndola, 17 años de experiencia clínica tanto en atención pública como privada de salud. Postítulo en Psicoterapia Humanista Transpersonal. Modalidad de atención online para problemáticas de adicciones y acompañamiento en procesos psicologicos orientados al desarrollo personal.

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